¿Por qué los niños deberían estudiar idiomas?
¿Por qué los niños deberían estudiar idiomas? La clave de aprender inglés
En un mundo globalizado como el que vivimos actualmente, ser bilingüe es algo más que positivo. Ya no basta con conocer solo el idioma materno y, es fundamental estar preparado para ser competitivos en el futuro. Entonces ¿Por qué no aprender desde pequeños?
Lo ideal es empezar desde una edad muy temprana, ya que en los primeros años de vida el cerebro es como una esponja, el aprendizaje es más natural y se interioriza el segundo idioma de forma innata. El bilingüismo no sólo mejora la atención, sino que sirve de entrenamiento mental y ayuda a ejercitar la memoria de los pequeños. Cuando dos idiomas están bien equilibrados, los niños bilingües tienen ventaja de pensamiento sobre niños monolingües, lo que quiere decir que el bilingüismo tiene efectos positivos en la inteligencia y en otros aspectos de la vida del niño. Pero no sólo esto, estudiar en un segundo idioma tiene muchos más beneficios:
– Mejora la “flexibilidad cognitiva”: los adultos que han hablado dos lenguas desde su infancia tienen más facilidad para adaptarse a una circunstancia nueva o inesperada que los adultos que sólo hablan una lengua.
– Agilidad mental durante más tiempo
– Los niños resuelven mejor los problemas: ser bilingües contribuye a que los niños se vuelvan más ágiles, prácticos y más creativos.
– Su cerebro cambia de tarea con más facilidad: si los niños tienen contacto con un idioma adicional al suyo, logran un mayor grado de concentración y esto los entrena para realizar varias actividades al mismo tiempo.
– Aprender un idioma adicional al materno, brinda a los menores la posibilidad de utilizar y estimular más áreas cerebrales en una tarea lingüística y generar más conexiones neuronales, lo cual implica mejor funcionamiento del cerebro en general.
– Ventajas en el futuro: dominar un segundo idioma le abrirá las puertas a los pequeños y les permitirá viajar, vivir o estudiar en el extranjero y conocer así nuevas culturas, hacer nuevos amigos y tener una visión más amplia del mundo.
Con todas estas ventajas es casi imposible no animarse a que nuestros niños empiecen desde ya a aprender otro idioma. Una buena opción es el inglés, idioma casi universal y sin duda una buenísima actividad extraescolar. Las academias de inglés son un sitio ideal para que los peques comiencen a tener contacto con el idioma, ya que ofrecen cursos adaptados a su edad, teniendo en cuenta su desarrollo y capacidades. Muchas cuentan con profesores nativos que ofrecen contenidos adaptados a sus necesidades, además de un contexto de aprendizaje ameno e interesante.